El agua del grifo puede parecer lo suficientemente limpia para enjuagar o almacenar tus lentes de contacto en un apuro, pero hacerlo puede llevar a infecciones oculares serias y dolorosas. Aunque parezca clara y potable, el agua del grifo contiene organismos microscópicos que pueden causar daños severos en tus ojos.
Ya sea para enjuagar tus lentes, limpiar el estuche de lentes o almacenar tus lentes durante la noche, el agua nunca debe entrar en contacto con tus lentes de contacto, solo se debe usar solución estéril para lentes de contacto.
El peligro oculto en el agua del grifo
El agua del grifo a menudo contiene un microorganismo llamado Acanthamoeba. Aunque es inofensivo si se ingiere, se vuelve extremadamente peligroso cuando entra en contacto con el ojo. Cuando queda atrapado entre tu ojo y una lente de contacto, este organismo puede infectar la córnea y llevar a una condición rara pero peligrosa para la vista conocida como queratitis por Acanthamoeba.
Esta infección puede causar dolor intenso, enrojecimiento, visión borrosa, y, en casos severos, pérdida permanente de la visión o la necesidad de un trasplante de córnea. Incluso con tratamiento, la recuperación puede tomar meses.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la queratitis por Acanthamoeba a menudo está relacionada con una higiene inadecuada de las lentes de contacto, especialmente cuando se enjuagan o almacenan lentes en agua del grifo o solución salina casera.
Por qué el agua y los lentes de contacto no se deben mezclar
El agua del grifo no es estéril. Puede contener bacterias, hongos y protozoos que prosperan en ambientes húmedos como tu estuche para lentes. Las lentes de contacto actúan como una barrera, atrapando estos organismos contra la superficie del ojo y creando las condiciones perfectas para la infección.
Incluso el agua filtrada o embotellada es insegura, ningún tipo de agua es lo suficientemente estéril para usar con lentes de contacto. Solo las soluciones salinas y desinfectantes diseñadas para lentes de contacto son seguras de usar.
Qué hacer en una emergencia
Si alguna vez te encuentras sin tu solución para lentes de contacto, resiste la tentación de usar agua o saliva como sustituto. En cambio, retira tus lentes y guárdalos de manera segura hasta que puedas limpiarlos y desinfectarlos adecuadamente. Es mejor pasar sin tus lentes que arriesgarte a una infección.
Una vez que las lentes de contacto se secan, deben ser reemplazadas en lugar de reutilizadas. El material puede cambiar de forma o desarrollar microgrietas, lo que aumenta el riesgo de infección incluso después de la desinfección.
Mantén buenos hábitos de higiene
- Usa solo soluciones de desinfección de lentes de contacto aprobadas
- Lava y seca tus manos antes de manipular las lentes
- Limpia y reemplaza tu estuche para lentes regularmente
- Evita usar lentes en el agua, incluidos piscinas, jacuzzis y duchas
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La conclusión
El agua del grifo nunca debe tocar tus lentes de contacto, sin importar cuán limpia parezca. Los riesgos son simplemente demasiado altos. Siguiendo las prácticas seguras de manejo y usando soluciones de limpieza adecuadas, puedes mantener tus ojos sanos y evitar infecciones dolorosas y potencialmente peligrosas para la vista.